Dior, pedos y palas

Salimos a cenar a un restaurante de moda, hija, es que nos vemos poquiiissssimo.

Pedimos platos de nombres imposibles, y un postre para compartir con doble extra de chocolate. Bromeamos con el camarero, aun parecemos las más jóvenes del local.

Después tomamos una copa en un sitio tranquilo, de rocanrol pero tranquilo.
Y charlamos: dietas, bodas, lo carísimos que están los pisos, trabajo, qué haremos con los niños cuando queramos salir, celulitis... Si, los ítems de la conversación podrían resultar tópicos, pero sorprenderían los contenidos. Fliparías con los planes de algunas para empaquetar a los niños en las noches de juerga...

Menos mal que, cumplamos los que cumplamos, seguimos siendo las mismas... ¿Has contestado ya la encuesta?

Comentarios

Provinciana ha dicho que…
Pero y que no se os pase nunca el jolgorio juvenil!

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