Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2008

Experiencia Nipona

Imagen
Qué experiencia. Mi compañera Patricia me ha invitado a comer, tiene de inquilina a una japonesa de 20 años que no habla ni papa y hoy ha llevado a sus amiguitas. Nada más entrar en la casa he pensado en una peli de agua con pelos, no he podido evitar cierta inquietud ante tanta juventud japo. Pero se me ha pasado en cuanto las he visto a las 3 dando saltitos y diciendo "grachias, grachiasss", al parecer lo único que sabían decir sin su máquina traductora. Impresionante la tecnología nipona: cada una llevaba su microportátil-traductor y su microcámara digital, blandian ambos artefactos a diestro y siniestro. Iban vestidas con falditas y zapatitos, y camisitas y horquillitas... tan monas. No paraban de reir y de dar las gracias compulsivamente... me cuesta muchos describirlo sin gestos, era como si se hicieran pis o estubieran nerviosas, o las dos cosas a la vez. Patricia se ha currado una fideuá esquisita, y no os podéis imaginar la ovación de las tres japonesitas... hacen u

Sin noticias de Elmosqui

No se si hizo la mili en Ceuta o si se afilió a las juventudes del PP, pero ésta mañana me he despertado recordando una cosa: Se presentó al concurso de break-dance de Tokata (¿recodáis Tokata o sois ya de la Quinta Marcha?) No ganó, pero vivió su minuto de gloria. Prometo manteneros informados si vuelvo a saber de él, no vayáis a pensar que vuestras respuestas a las encuestas caen en saco roto...

ALMENDROS

Imagen
Ya estamos, se han vuelto a adelantar. Ya les han salido las flores. Ya huelen las calles si eres de olfato fino como yo. Llevaba viéndolos 3 días por la autovía de camino a mi casa, pero hoy he cruzado el puente andando y los he olido...mmm.... En Sevilla olerá a azahar dentro de un mes, pero la belleza efímera y a destiempo de los almendros castellanos no tiene nada que envidiar. No dura casi nada, y da mucha penica cuando se les caen las flores, pero para los que estamos aprendiendo a disfrutar de lo pasajero son una bendición. Grandes almendros, y no de tamaño, han marcado los febreros de mi vida. Recuerdo algunos en particular: los del Cerro de las Contiendas. Al principio subía con mis rubios vecinos a verlos, incluso algún verano llegamos a comer almendrucos. Ya de más mayor los veía al salir del portal de mi casa, qué bonita era esa montaña antes de que se volviera peligrosa y cara. Me fui a tiempo del barrio. Otro almendro insigne es el que hace esquina en la mansión del seño

CHARQUITOS

Imagen
De pequeño, ¿no estabas deseando que lloviera un poco para ponerte las catiuscas (en mi cole todo el mundo las llamaba cachuscas) y lanzarte a la calle a salpicar? Dice el gran Chico Ocaña que el que va mirando al suelo tiene que esperar a que llueva para verse la cara (lo dice con mucho más arte que yo claro). Y decía uno de los delinqüentes que en invierno usaba chanclas, que no tenía más que ver que los charquitos de la calle cuando termina de llover. Hoy ha llovido un poco. Mañana, aunque sea lunes ponte las cachuscas y alza la cara al cielo; la cara guapa se la ve uno mejor en los ojos de los otros que en los charquitos de la calle. El grabado es de Escher, por lo visto le gustaba mirarse la cara en los charcos y en las bolas de cristal. No se si usaba chanclas en invierno, pero si hubiera usado colores para sus obras a lo mejor en este grabado se vería el arcoiris que hacen las manchas de aceite de los coches en los charcos. Cachuscas, charcos, coches, Escher, chanclas... jaaa,

Si, si ,si, nos vamos a París!!!

Imagen
Vivo como una reina, lo se. Ya vendrán tiempos peores... o no. Nos vamos a París. ¿Alguna recomendación? Estimados feonautas viajados, espero vuestras propuestas.

PACO ESPINOSA, o como comer marisco rebueno en plena castilla.

Imagen
Cuando a uno le inflan la expectativa, da igual que sea una peli, un restaurante o un libro, es difícil salir satisfecho. Bien, pues no es el caso. Mi cuñao el de la Vitoria me lo dijo: "impresionante hijo, esssagerao"; y mi cuñao el de Seur lo confirmó: es el único sitio de la ciudad donde encargan el marisco a diario desde Galicia vía urgente. Mis compañeras de curro presumen de que sus novios las llevan a cenar allí, y mi madre lo critica porque es caro y se ha puesto de moda. Con semejantes referencias había que probarlo. Lo habíamos intentado varias veces, pero nunca pillábamos mesa. Por fin hoy ha llegado la hora y si, ha merecido la pena. El local es agradabilisimo. Salón pequeñito y muy limpio, se puede fumar pero el ambiente no está nada cargado. Pocas mesas, y las grandes redondas. Discretos y alegres grabados en las paredes y muebles de madera modernitos. Lo mejor, la cava, una pared acristalada a través de la que se ven todas las botellas colocaditas unas al lado

Sacudir los colchones

Imagen
¿Nunca te has preguntado por qué las cosas pasan todas juntas?, ¿por qué cuando tienes novio ligas más?, ¿por que en un mismo fin de semana te surgen 3 planes?, ¿por qué las oportunidades se presentan todas a la vez? ¿Has probado a abrir una ventana de par en par en tu casa? Si, corre el aire. Pero si además abres una rendija de otra ventana o de una puerta, entonces se forma una corriente que ventila la casa de verdad; puede haber portazos, pero la cosa se renueva. Esta primavera hay que sacudir los colchones amigos, no sea que haya un guisante y no nos hayamos enterado. Abriendo puertas, si, abriendo puertas.

¿Hace mucho que no vas de concierto?

Imagen
Qué tiempos aquellos. Ir a la Luna entre semana (de venta en pub la Luna o discos Foxi, jaja), tomarse una cervecita y comprar las entradas. Grabar un par de cintas con toda la discografía pa quemarlas durante la semana en el walkman de camino a clase, había que aprenderse todas las letras pa ser de los que más gritan en el concierto. Por fin viernes. Conseguir prestado un coche, qué emoción. Elegir camiseta y cargar doble de desodorante. Hacer calimotxo en el aparcamiento pa calentar motores y ale, padentro a desgañitarse. Un rato en primera fila y, al borde de la deshidratación (en algunos casos en el borde pero por dentro), retirada a la barra en busca de unos cachis. Hace mucho mucho tiempo eh? Pues ya iba siendo hora coñe. Como en los viejos tiempos de los conciertazos jevirulos en la Komplot de Zaratán, pero ésta vez en elegaaaaante, que nos hacemos mayores (que no viejunos). Y es que pa elegante este señor: Muchachito Bombo Infierno, ¿no lo has escuchao?, pues ¿qué has estado h

PRIMOS

Imagen
¿Hace mucho que no ves a tus primos? ¿Los conoces a todos? ¿No tienes primos? Si tienes primos entonces seguro que sabes lo que mola tener primos. Son de la familia, aunque no es obligatorio quererlos. Pero los quieres. Algunos son además tus amigos. Si te los encuentras y hace muchos años que no les ves te da mucha alegría. De repente te trasladas a la infancia y recuerdas cosas que tenías enterradas en la memoria, puedes pasar un buen rato. Yo tengo muchos primos, algunos son mis amigos. Otros son solo mis primos. Incluso hay alguno que me cae mal. También hay otros cuantos que no conozco. Todos me devuelven un trozo de memoria perdida, incluso aquellos con los que no compartí la infancia, y, de alguna manera, también los que no conozco. Todos se parecen a alguien, o saben algo que nunca te han contado, recuerdan una anécdota, o qué se yo, serán los genes o eso que llaman la llamada de la sangre. También me gustan los primos de mis amigos, e incluso los primos de mis primos. Los prim

RANARIO

Imagen
Si supiera pondría aquí un link a la entrada en la que cuento de mi viaje a Costarica. Os hablé de los pájaros, pero no de las ranas. Hay muchas ranas. Las hay transparentes, es muy dificil verlas. Las hay arbóreas, hacen un ruido ensordecedor. Las hay nocturnas, las hay diurnas. Algunas brillan en la oscuridad. Hay una que tiene corona, de verdad. Hay otras que hablan, dicen "to-tó", y si les hablas te contestan: "to-tó". Las hay minúsculas, las hay mayúsculas (esas se llaman sapos, como el que se comió mi madre el día que le dije que me casaba por la iglesia). Hay otras que llevan pantalones, blue yeans. Hay muchas ranas. También ví luciérnagas, otro día os cuento.

RENCUENTOS

Imagen
Salta la rana brilla la luna por la ventana una aceituna eres tú, por tus huesos voy, eres tú Me tiraste un limón y me diste en to la frente son las cosas del amor esa estrella reluciente Las cosas que yo sé las sabe un tonto cualquiera mi corazón va solito por la carretera * Salta, Salta salta la rana mientras salta canta esta Canción recuerda, recuerda recuerda la letra solo dice ¡Ay, corazón! Échate un cantecito por el camino de hierro que se te estire la cara y se endulce el cuerpo Échate un cantecito con el corazón las penas en la sombra la alegría en SOL mayor. Por la ventana brilla la luna salta en el agua una aceituna salta la rana, brilla la luna por la ventana una aceituna eres tú.

LA SEMANA DEL AMOR

Imagen
Alberta va en busca del amor Una bonita ilustración y una historia un poco ñoña, pero tiene su gracia oye. ¿Es que nadie se acuerda de la plaga de topillos que nos asoló éste verano? En mi jardín todavía se aprecian los surcos que el amor de estos bichos nos dejó. Y es que, como bien dijo J. J. en su inmensa sabiduría, los topillos solo tienen dos precocupaciones en la vida: comer y chingar. Preocupaciones que, en ultima instancia, se ven reducidas a una sola: ¿qué hacer primero?, ¿comer o chingar?, ¿chingar o comer? Todo esto lo descubrió Alberta el primer día de primavera. De buena mañana Mamá Topillo le explicó qué eran la primavera y el amor, y ella salió de su hura dispuesta a disfrutar de la primera y a encontrar al segundo. Y es que uno puede salir dispuesto a encontrar el amor, pero no se sabe cuando el amor le va a encontrar a uno. Mi vecina está enamorada Y puede que sea porque a mi el primer amor (o el segundo, ya no me acuerdo) me sorprendió espiando a mi vecino por la ve

HORTERAS DE BOLERA II

Imagen
SARATUSTRA. he tardado, pero ha sido por la humillación. viendo el montaje fotográfico que, valga la redundancia, se montó mi marido, podréis haceros una idea de lo terriblemente descorazonadora que fue la derrota. una tarde entera calentando, insultando, recreándonos en la visualización de un triunfo seguro, para luego palmar como dos gilipollas. en nuestro nuevo propósito, que bien hubiera podido ser inspirado por el ilustrísimo alcalde the Lyon King y su Vallanoche de los cojones, de divertirnos sanamente cuan jóvenes catequistas, decidimos darnos a lo más cercano al deporte que vamos a practicar jamás: el bowling, for colombine, for you and for me. nada más lejos... sus buenos copazos y, como ya describiera iza, ese espíritu de discoteca de nave industrial, me inspiraban degenerar. Y eso que, para meterme en el papel, me había vestido un poco de la niña esa cursi de grease que siempre iba con coleta y que al final se enrolla con aquel estupendo Lorenzo Lamas oxigenado, ¡cuánto cand

PIRICUCHOS, capítulo II

Aunque Elmosqui va ganando por goleada, no me resisto a contaros un par de cosas más de los Piricuchos. La familia es la familia... Por aquél entonces mi abuelo era el alcalde del pueblo, así que todo lo que pasó lo se de buena tinta y, aunque él ya no está aquí para confirmar los detalles, si mal no recuerdo los acontecimientos se desarrollaron así: Por imposición de alguna ley agraria del franquismo que desconozco, en aquellos años dejar una tierra sin cosechar era delito, así que las autoridades pertinentes tomaron cartas en el asunto. Los hombres del pueblo se hicieron cargo de recoger la cebada y la almacenaron en el baile (el local comunal que se usaba para las verbenas en las fiestas). La guardia civil se ocupó de la venta y los beneficios fueron a dar a las arcas del estado. No se muy bien qué pasó después, ya he dicho que mi abuelo no está para preguntarle. Se que el piricucho murió poco después, puede que de rabia. La piricucha mayor también murió al cabo de un par de años, p

CAJAS

Imagen
SARATUSTRA. A veces necesitamos pruebas, pruebas de que estamos aquí y que se nos quiere, porque somos unos descreídos. Los montones son pruebas, a mí los montones me gustan. Una tipa de la tele dijo una vez: quien no es capaz de ordenar sus bragas, no será capaz de ordenar su alma. A veces yo también los miro y siento mucha angustia, los miro con impotencia y escucho que me ruegan que los encierre en cajas, porque con tanta luz no pueden dormir, y ya se sabe lo puñeteros que son los montones que no descansan. Les hago caso, y de pronto me quedo sin pruebas: ¿y ahora cómo voy a volver a inventarme todo lo que se ha ido? Ya no puedo tocar lo que construyo, y les quito la tapa de la caja para que me inunden la vida, pero la verdad es que los montones tienen el sueño bastante pesado. Una tipa de mi vida dijo una vez: no hemos llegado a ser amigas del todo porque no hablamos en serio, siempre nos vemos borrachas o rodeadas de gente. Si hubiéramos estado solas, le habría dado una torta con

PIRICUCHAS, capítulo primero.

Luego no me preguntéis si esto es verídico, yo no tengo tanta imaginación, si la tuviera ya tendriais noticia de mis publicaciones o de mi triunfo en la narración escénica. Los Piricuchos existieron, aun hay gente viva que los conoció. Eran dos hermanas y un hermano, de los ricos del pueblo. Bueno, puede que no fueran tan ricos, pero les gustaba gastarse la cosecha en cosas bonitas. Los tres eran solteros. No tenían más parientes en el pueblo que una sobrina segunda. Habían heredado la casa y las tierras de un tío que estaba en Oviedo de cura, en un buen puesto decían. La Piricucha mayor se encargaba de las tareas del hogar. El Piricucho varón se ocupaba de la labranza y de atender a la yegua. La Piricucha pequeña no parecía del pueblo. Dicen que tenía libros en casa y que por las noches leía a la luz de un candil. No compraba a los vendedores ambulantes ni donde Sinfo, el tendero. A ella le gustaba bajar a la capital. Una vez a la semana se calzaba sus medias de seda, se ponía un refi

LA VIDA SE ME AMONTONA

Montones. Aparecen por doquier en cuanto me descuido. Montones de libros por todas partes, montones de pelos en la bañera. Que asco. Montones de ropa en el dormitorio, montones de preguntas sin respuesta, montones de respuestas que no me gustan. Montones de tareas pendientes, montones de olvidos y olvidados. Montones. Montones. Montones. Y es que a veces la vida se me amontona. Están por los rincones y van creciendo mientras pasan desapercibidos. Pero una noche, de camino a casa después de una semana de trabajo, escuchas una canción en la radio o lees una frase en algún lado, y entonces de repente los ves por todas partes: los libros, los pelos, la ropa, las preguntas, las respuestas, las tareas pendientes, los olvidos y los olvidados.