Hay que ser muy fan.



Hay que ser muy fan, mucho.
Porque amarse es colonizarse.
Ajustarse a la cantidad de aceite que el otro le echa al guiso. Aprenderse sus canciones y emocionarse con los versos que lee, si los lee. Ducharse a la hora que se ducha y abandonar el gel que aborrece. Seguir su serie y reir sus chistes. No ponerse tacones si es bajito.
Amar su olor, su olor en ti. Ir a sus fiestas, y divertirte. Querer ser de su familia.
Y después, un tiempo después, aprender recetas juntos y consensuar la cantidad de aceite. Olvidar la obsesión por viejas canciones y descubrir artistas nuevos. Ducharse a veces separados, cada uno con su gel. Ponerse tacones si sales sola, porque sales sola. Y volver. Porque estás deseando volver.



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